La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo, se caracteriza por ataques recurrentes que son a manifestación física de descargas eléctricas excesivas, súbitas y a menudo breves, de grupos de células cerebrales. Las descargas pueden localizarse en diferentes partes del cerebro.
Los ataques pueden ir desde episodios breves de inatención o sacudidas musculares hasta convulsiones intensas y prolongadas (es decir, contracciones musculares violentas e involuntarias o series de contracciones). La frecuencia de los episodios es variable, desde menos de uno al año hasta varios a día.
La epilepsia es una de las afecciones reconocidas desde más antiguo, y durante siglos ha estado rodeada por el miedo, el desconocimiento, la discriminación y la estigmatización social que persiste aún en muchos países y puee afectar la calidad de vida de los pacientes y de sus familias.
El riesgo de muerte prematura es dos a tres veces mayor en pacientes epilépticos que en la población general
Un ataque no hace la epilepsia, la epilepsia se define por dos o más ataques no provocados.
La proporción estimada de la población general con epilepsia activa en algún momento se encuentran entre 4 y 10 por 1000. Sin embargo, algunos estudios realizados en países en desarrollo indican que esa proporción es de 6 a 10 por 1000. En el mundo hay aproximadamente 50 millones de pacientes con epilepsia.
En los países desarrollados, los nuevos casos aparecidos en la población general oscilan entre 40 y 70 por 100 000. En los países en desarrollo, la cifra suele acercarse al doble debido al mayor riesgo de sufrir afecciones que pueden producir daño cerebral permanente. Cerca del 90% de los casos mundiales de epilepsia se registran en regiones en desarrollo.